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DeepSeek, la IA china que desafía a EEUU

La llegada de este nuevo asistente virtual pone en jaque las estrategias globales de inteligencia artificial de Estados Unidos y despierta temores por su seguridad nacional.

Washington D. C., Estados Unidos

28 de enero de 2025

Redacción

La irrupción de DeepSeek, una aplicación de inteligencia artificial desarrollada por una empresa emergente de China, ha provocado un terremoto en la industria tecnológica mundial. En solo unos días, este asistente virtual ha alcanzado gran popularidad, desafiando la supremacía de Estados Unidos en este sector y encendiendo alarmas sobre seguridad nacional, propiedad intelectual y las consecuencias medioambientales de su expansión.


Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, confirmó que el gobierno estadounidense ya está analizando las posibles implicaciones de seguridad que conlleva el fenómeno de DeepSeek. La inquietud se ha intensificado tras las declaraciones de Donald Trump, quien subrayó la necesidad de proteger la IA estadounidense frente a avances inesperados. Además, se ha especulado sobre un posible robo de propiedad intelectual como parte del fenómeno.


La reacción de los mercados ha sido inmediata. El temor a que DeepSeek represente una amenaza para los gigantes de la IA con sede en Estados Unidos, como OpenAI y Alphabet (Google), llevó a los inversores a vender acciones tecnológicas, provocando caídas en las bolsas internacionales.


La semana pasada, Estados Unidos celebraba el lanzamiento de Stargate, un ambicioso proyecto de infraestructura de IA valorado en 500.000 millones de dólares. Con el respaldo de figuras clave como Sam Altman de OpenAI y Masayoshi Son de SoftBank, este esfuerzo parecía consolidar a EE. UU. como el líder indiscutible en tecnología avanzada. Sin embargo, la irrupción de DeepSeek ha alterado este panorama, cuestionando la necesidad de gastar miles de millones en complejos sistemas de servidores y centros de datos.


Lo que sorprende a expertos y analistas es que DeepSeek ha logrado construir su chatbot a una fracción del costo de sus competidores estadounidenses, lo que plantea serias dudas sobre la eficiencia de los modelos tradicionales de inteligencia artificial. Si la IA china es capaz de ofrecer resultados similares a menor costo, las grandes inversiones de las empresas estadounidenses en infraestructura tecnológica podrían no ser tan imprescindibles como se pensaba.


El consumo energético de la inteligencia artificial es otro punto de fricción. La tecnología de DeepSeek podría, en teoría, reducir la demanda de electricidad, lo que tendría implicaciones directas para el medio ambiente. Las empresas tecnológicas, a pesar de sus promesas de eficiencia energética, han visto cómo su consumo de energía crece, contrariando sus planes para mitigar el cambio climático.


Si la IA de bajo costo de DeepSeek demuestra ser más eficiente en términos energéticos, esto podría tener repercusiones importantes tanto para la industria como para el futuro del planeta. El sector de la tecnología se encuentra ante una encrucijada: cómo balancear el avance imparable de la inteligencia artificial con la necesidad urgente de abordar el calentamiento global.


El dominio de Estados Unidos en la inteligencia artificial se encuentra bajo amenaza. Si bien DeepSeek es solo una de las muchas apuestas tecnológicas emergentes, su éxito ha demostrado que la competencia global por la IA se intensificará, forzando a Occidente a repensar su enfoque para no quedar atrás en esta nueva carrera tecnológica.

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