Flamencos en riesgo: líneas eléctricas y perros ferales amenazan su conservación en Yucatán
Colaboración entre SDS y CFE busca mitigar electrocuciones; Fundación Pedro y Elena combate ataques de fauna invasora.

Yucatán
20 de marzo de 2025
Redacción
Yucatán, santuario de flamencos rosados y otras aves migratorias, enfrenta una crisis ambiental con más de 8 mil ejemplares electrocutados en los últimos meses debido a líneas de alta tensión sin protección. Según la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), liderada por Federica Quijano Tapia, zonas críticas como Celestún, Las Coloradas y la ría de Progreso concentran estos incidentes, aunque se han logrado rescatar a otros 8 mil individuos. La CFE y la SDS trabajan en instalar boyas preventivas para reducir el contacto mortal entre aves y cables.
La falta de boyas en infraestructura eléctrica de la CFE es el principal factor de electrocuciones, según la SDS. Estas estructuras, ubicadas en rutas migratorias clave, carecen de dispositivos que disuadan a los flamencos de posarse. Ante esto, las autoridades priorizan la instalación de protecciones en áreas con alta concentración de aves. Aunque no hay fechas exactas, la medida busca replicar éxitos parciales en rescates, como el de un flamenco juvenil desorientado tras el huracán Milton en Sisal.
Además de la amenaza eléctrica, los perros ferales atacan a estas aves en su hábitat. La Fundación Pedro y Elena ha intensificado campañas de monitoreo y sensibilización para contener estos ataques. Su labor incluye denunciar incidentes y promover la coexistencia entre fauna local y especies invasoras. Estos esfuerzos son vitales, ya que los flamencos, pese a riesgos, continúan anidando y alimentándose en humedales yucatecos.
Expertos subrayan que, sin acciones sostenidas, la población de flamencos podría declinar. La SDS insiste en que la colaboración interinstitucional y el apoyo comunitario son clave. Mientras las boyas eléctricas avanzan, organizaciones piden ampliar la vigilancia en zonas remotas y fortalecer programas de adopción para reducir perros callejeros. La conservación de esta especie icónica no solo preserva biodiversidad, sino también el legado natural de Yucatán.