Alerta en Campeche: el gusano barrenador avanza del ganado al humano
Con 24 casos en ganado y el primer diagnóstico humano de miasis por Cochliomyia hominivorax, las autoridades intensifican medidas sanitarias para frenar la crisis en Campeche.

Campeche
24 de abril de 2025
Redacción
Desde febrero, el gusano barrenador ha desatado una crisis sanitaria en el sector ganadero de Campeche, donde el municipio de Ciudad del Carmen acumula ya 24 casos confirmados de miasis en bovinos, equinos y porcinos. La zona de Mamantel y la Península de Atasta concentran los focos activos, poniendo en riesgo a más de 2 132 animales, según el informe número 10 de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
El parásito Cochliomyia hominivorax, que da nombre científico al gusano barrenador, provoca que sus larvas se alimenten de tejido vivo en heridas abiertas, originando infección, dolor e inflamación. Sin un tratamiento oportuno, la miasis puede derivar en necrosis y complicaciones graves.
La situación se agrava con el primer caso humano reportado en México: una mujer de 77 años de Acacoyagua, Chiapas, ingresó al Hospital de Alta Especialidad Ciudad Salud de Tapachula tras ser diagnosticada con miasis por Cochliomyia hominivorax. La Secretaría de Salud federal confirmó que la paciente se encuentra estable, bajo tratamiento con antibióticos.
Medidas de contención y tratamientoPara combatir el brote en el ganado, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Campeche y productores aplican:
Negasunt al 3% (coumaphos y propoxur) sobre heridas.
Ivermectina al 1% por vía parenteral.
Baños de aspersión con cipermetrina y clorpirifos.
Adicionalmente, se mantienen protocolos de vigilancia sanitaria, restricción de movimientos y desinfestación en las zonas afectadas para prevenir la reinfestación del gusano barrenador.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Campeche ha emitido un llamado urgente al sector ganadero para reforzar estrategias de bioseguridad. Aseguran que, si bien la miasis impacta directamente en la productividad animal, el riesgo de transmisión a humanos exige una respuesta coordinada y oportuna.